miércoles, 3 de octubre de 2007

Fernando Alonso

Y seguimos en plan regional con otro paisano del escribano llamado Fernando Alonso del que el escribano tenía ganas de hablar pero no encontraba ocasión propicia para hacerlo.

Ahora es la ocasión. Va perdiendo y todo el mundo le pone a parir por espía traidor y envidioso, así que es cuando se puede contar algo bueno del hombre. Y es que no me gusta dejarme arrastar por las corrientes. Porque no sé si sabrán nuestra época es la época de las corrientes, como bien dijo Ortega.

Verán, nunca me han llamado la atención los llamados deportes-espectáculo. Siempre me han parecido una cosa atávica. Una escenificación de un combate tribal cuando no de un singular duelo en forma de héroe vs archivillano, yendo, como es obvio, el heroísmo y la archivillanía por barrios.

Quiero decirles que a mí ver coches dando vueltas y vueltas para quedar en la misma posición en la que salieron no me atrae en absoluto. Contemplar las patadas de un señor de Burundi y de otro de Argentina que dicen defender el fútbol albaceteño cuando al año siguiente defenderán el de Lugo, pues tampoco. Tamañas sandeces las considero residuos de una pulsión de identificación tribal materializada por mercenarios a golpe de euro.

Puntualizados mis disgustos añadiré de propina que puede tener razón Lauda cuando sentencia que los pilotos, y sobre todo Alonso, tienen algo de repelente y consentido niño caprichoso.

Pero he aquí que a pesar, o al margen, de todo ello, veo en Fernando unas cualidades muy interesantes. La primera de ellas es que Alonso en estos tiempos igualitarios representa la excelencia. Representa también el único camino por el que a ella se llega: el esfuerzo.

Es casi como un protagonista de novela randiana. Alonso hace lo que hace simplemente porque le gusta sin esperar el reconocimiento de nadie.

Es un triunfador. Y los triunfadores por el hecho de serlo despiertan envidias en legiones de mediocres que hoy en día ya no se contentan con negar al hombre que triunfa, sino que dan un paso más allá y niegan el valor mismo del triunfo. Triunfar es poco menos que ser fascista en según qué corrientes de siniestro oleaje.


El McLaren 2008 va a romper moldes

Además hay que tener en cuenta a Alonso solo le ayudó su familia y nadie más. No recibió subvención cual titiritero y todo lo que ha logrado lo ha logrado con su propio sacrificio; ergo también representa la independencia.

La tercera cualidad que veo en él es que es un hombre sincero que llama a las cosas por su nombre. Puede equivocarse o ser bocazas hasta lo ofensivo...pero dice lo que piensa. No es nada políticamente correcto.

Siempre he creído la frankfurtiana neolengua es propia de cobardes que enmascaran sus pensamientos porque temen ser rechazados. Es una neolengua de débiles mentales para débiles mentales. Alonso carece absolutamente de remilgos en este asunto. Puede equivocarse como antes dije, sí, pero ésa es otra cuestión.

Tenemos entonces una tercera virtud: la valentía. Excelente, independiente y valiente es el muchacho.

Con todo lo expuesto hasta ahora no hará falta decirles negación de qué es para mí Fernandito. Por poco que me lean sabrán a lo que me estoy refiriendo.

Quizás, y digo quizás, porque es negación de eso que empieza por "pro" y acaba por "gresía", algunos tengan la necesidad de darle algunos palos más de los necesarios. Pongo como ejemplo un titular que leí en la prensa que recogía parte de unas declaraciones del piloto sobre su última carrera: "Me pagan igual" rezaba. Supuestamente eso fue lo que soltó Alonso al perder, si la divina providencia no lo remedia, el campeonato frente a su compañero de equipo Hamilton.

Con ello se pretendía transmitir el hombre es más chulo que un ocho en letra gótica. Un servidor ha de admitir que se lo tragó. Pues bien, no dijo eso. Contextualizado dijo, concretamente, esto otro...

"He tenido momentos peores, por ejemplo cuando estaba en karts y tenía que pensar en seguir corriendo. Ahora me pagan igual y sigo viviendo igual".

No hará falta comentar nada pues todos, exceptuando quizás a los niños logsianos, tenemos comprensión lectora.

También puede ser que haya que vender periódicos como sea. Lo que también explicaría la razón por la que la selección futbolera va a ganar copón tras copón y nunca, jamás, pasa de cuartos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente, Fernado Alonso es un crack. Brillante piloto que ha llegado ahí por méritos propios sin ayuda de nadie y dejando claro que lo suyo es triunfar y papapapa..Todo eso es cierto.

Pero me da a mi que la Fórmula Uno vive mucho de la imagen,de las poses y del pedigree de ilustradores. Por eso las formas de "fernandito" no son bien recibidas.

Fernando Alonso ni es prudente, ni politicamente correcto y muestra actitudes con quienes lo aclaman y le proyectan la imagen, bastante feas.Se ha ganado enemigos entre sus paisanos precisamente por eso.

Alonso siente la extrema necesidad de reivindicar su individualismo por encima de cualquier cosa.Y me parece muy bien. Pero entonces que no se queje cuando le salen enemigos que hacen justo lo mismo que reivindica él. Se quejaba si no me falla la memoria del hecho de que mcLaren(creo que se escribe así) debía de tratarle mejor que a Hamilton por haber sido campeón.Pues no amigo, es la lucha individual de dos personas en igualdad de condiciones, con un mismo objetivo.

Desde hace tiempo siento indiferencia por Fernando Alonso. En realidad no es que me caiga mal ni bien.. es simplemente que le pago con la misma moneda. No me interesa su vida y milagros, en absoluto. Pues no me gusta el deporte que practica y su individualismo es precisamente eso, cosa suya.

Que se las apañe pues.

un saludo.

Anónimo dijo...

A ver idolucho,
si Hamilton gana en la pista, pues me parece de p... madre, es mejor y punto, pero cuando se le favorece des de fuera de todas las maneras posibles, NO se te ocurra hablar de igualdad entre las dos situaciones.