Se nos asombra Herodoto porque recientemente nos ha visitado un surcoreano, o dos.
A mí, como ya he comentado, el asunto no me asombra en absoluto, ya que a pesar de la corta vida del engendro, en él se ha publicado mucho sobre los más variopintos temas. Hay pues muchas 'palabras clave' que, como criterio de búsqueda, podrían remitir a este nuestro blog.
Lo sorprendente sería que en lugar de sureño hubiese sido norteño el coreano. Eso a mí sí que me hubiese epatado por esta sencilla razón que vale más que mil palabras y que muestro a continuación...
A mí, como ya he comentado, el asunto no me asombra en absoluto, ya que a pesar de la corta vida del engendro, en él se ha publicado mucho sobre los más variopintos temas. Hay pues muchas 'palabras clave' que, como criterio de búsqueda, podrían remitir a este nuestro blog.
Lo sorprendente sería que en lugar de sureño hubiese sido norteño el coreano. Eso a mí sí que me hubiese epatado por esta sencilla razón que vale más que mil palabras y que muestro a continuación...
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Si ese suceso se produjese, si abracadabrantemente tuviésemos un visitante norcoreano, podríamos asegurar más allá de cualquier duda razonable que se trata de este individuo.
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Resumiendo: que si tenemos un visitante norcoreano hay que cerrar el chiringuito ipso facto.
No sé ustedes, pero yo tengo familia.
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