Este fin de semana he estado en Vitoria y en San Sebastián. Me sorprendió (sinceramente no la esperaba) una presencia virtual pero muy fuerte de ETA por algunas calles: carteles, pintadas,... el sobre del azucarillo que me dieron en un bar para el café aprovechó la ocasión de que lo abría para recordarme la opresión que sufre el pueblo vasco. También me llamó la atención que tales carteles iban acompañados, en San Sebastián, por carteles contra el Tren de Alta Velocidad (TAV). Así se lo hice notar la persona que estaba conmigo. Fue más tarde, ayer por la noche, cuando oí por la radio la noticia del atentado de ETA contra una empresa constructora de la plataforma del TAV.
Pero hubo otra cosa que me sorprendió en Vitoria: Una señora mal vestida, de unos 50 años, que con rabia arrancaba carteles "proamnistía" en la pared de una calle llena de "herriko tabernas". Después de arrancarlos siguió caminando unos 100 metros, se dio la vuelta y le sacó la lengua al lugar donde habían estado los carteles.
Me quedé con ganas de sacarle una foto, pero no iba solo y de hacerlo tal vez hubiera puesto a varias personas en una situación comprometida. Desde luego, la anónima señora se merece un homenaje. Sirva esta reseña en el blog.
lunes, 2 de junio de 2008
Valientes y "gudaris"
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1 comentario:
A mi lo que me sorprende de Euskadi, es como siendo un territorio tan pequeño, existen sin embargo tanta diversidad de opiniones, comportamientos tan remarcados entre las tres provincias vascas. Guipuzcoa es sin duda el semillero abertzale por excelencia. Te vas a Orio y en cada balcón te encuentras una bandera reivindicativa del acercamiento de presos. Vas al propio restaurante de Karlos Arguiñano en Zarautz y no encuentras a nadie que hable en Castellano salvo que tu des el paso de hacerlo y te respondan, casi siempre muy educadamente, aunque me han contado casos contrarios(por cierto, que nadie pierda la oportunidad de comer en el restaurante de Arguiñano, muy recomendable). Sin embargo en Alava y más concretamente en Vitoria, es dificil encontrar a alguien por la calle expresándose en euskera.Las tres capitales vascas son un mar de contrastes. Bilbao es dinamismo, industria, aunque ciertamente es horrorosa, salvando la zona del museo. Vitoria es trmendamente aburrida, una ciudad solitaria, con poco gentío y San Sebastian yo diría que es una ciudad muy promocionada, hecha para ser la cara amable y turistica,aunque en medio de un territorio comanche. Es facil sentirse un extraño en Donsoti, lo que no pasa en las otras capitales. Solo oyes hablar en euskera, frances y muy de vez en cuando algún valiente que te recuerda que aquello sigue siendo España.Es una comunidad de tantos contrastes, que precisamente lo que refleja es un nacionalismo construido o en fase de contrucción e impuesto con calzador. No es posible que históricamente existan tantos cambios entre provincias de territorios muy pequeños.De un monte a otro.
A mi me llama la atención la costa guipuzcoana, desde Zarautz pasando por Zumaia y que enlaza ya con vizcaya. Si no lo has recorrido, te recomiendo que lo hagas. Es todo un mural de reivindicaciones que se funden entre una promoción muy bonita del turismo autóctono.A mi me sorprende mucho.
Lo que se ve como viajero, es lo que los propios vascos sienten como ciudadanos. Un cacao de criterios dificilmente comprensible.
La actitud de la señora arrancando el cartel en Vitoria, no la encontrarás jamás en ninguna otra parte de Euskadi. Esa señora se atreve a hacer eso en Vitoria, pero nunca se atrevería en San Sebastian. Y eso lo dice todo.
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