martes, 18 de septiembre de 2007

Propagandistas

Hoy la cosa va de propagandistas, de buenos y malos propagandistas. Porque les aseguro el palabro "propagandista" no tiene a priori intención peyorativa alguna. Todos, quien más o quien menos, somos propagandistas pues propagamos nuestras ideas.

Lo que ocurre es que hay ideas sensatas, insensatas, moralmente aceptables, reprobables... O lo que es lo mismo: ciertas y falsas. También, por supuesto, propagandistas con talento o sin él independientemente sean cuales sean las ideas que defiendan con su propaganda.

Aquí les dejo un muestrario que no tiene intención enciclopédica, ya que es casi telegráfico, pero aún así creo que ilustra (mal o bien, ustedes dirán) los diversos pelajes existentes en el gremio.

Después de esta corta introducción: mayestáticamente procedamos...


Sergei Eisenstein


Nuestro primer propagandista nació en Riga, capital de Letonia, el 23 de enero de 1898. Comunista y dramaturgo precoz, Eisenstein pronto de percató de que esto de la propaganda política tenía futuro. Por ese motivo abandonó los telones en los que estaba metido para rodar La Huelga (1925) y El Acorazado Potemkin; película que es considerada como una obra maestra del cine de todos los tiempos. Hay que comentar que, además de sus películas, Eisenstein nos dejó para la posteridad una novedosa técnica para el montaje de las mismas.

Su precoz comunismo y su talento no le libraron de que le censurasen casi la mitad de lo que filmaba. Que se sepa el kamarada proletario jamás se quejó, o si lo hizo no se lamentó muy alto. Y es que para quejarse a Stalin había que tener bastantes más gónadas que para amotinarse en la marina real zarista.

Murió en 1948 sin que a las autoridades soviéticas les importase un bledo.

De desagradecidos está el mundo lleno.


Leni Riefenstahlt


Leni Riefenstahlt nació en Berlín en agosto de 1902. La propagandista Leni iba para bailarina hasta que se lesionó la rodilla y tuvo que dejar de dar saltitos. Después de contemplar El Acorazado Potemkin de Eisenstein decidió dedicarse a esto del cine de propaganda y agitación. Su primera película fue La Luz Azul (1932), a la que seguieron los filmes de propaganda nazi La Victoria de la Fe (1933), El Triunfo de la Voluntad (1936) y Olympia (1936).

Fue con Olympia y El Triunfo de la Voluntad -documental sobre el congreso nazi celebrado en Nuremberg- donde Riefensthalt dejó todo su talento con una revolucionaria técnica cinematográfica a base de travelings y planos nunca antes vistos.

Acusada con razón de colaborar con el régimen hitleriano se fue de rositas, ya que a nadie que se sepa asesinó pese a que unos gitanos que actuaron de figurantes en su Tierra Baja, y que se sospecha fundadamente fueron sacados ex-profeso para el rodaje de un campo de concentración, siguen a día de hoy desaparecidos. Después de librarse por los pelos se largó a África a fotografiar a la tribu de los Nuba y también a los pececitos de colores que nadan entre los coralitos también de colores. A eso se dedicó hasta su muerte en 2003 a la matusalénica edad de 101 años.


Ayn Rand


La escritora y filósofa Alissa Zinovievna Rosenbaum, verdadero nombre de Ayn Rand, nació el 2 de febrero de 1905 en San Petersburgo. Su padre fue un farmacéutico al que, en nombre del reparto y la igualdad, le confiscaron su burguesa farmacia. En 1925, una vez terminados sus estudios de filosofía, Alissa consiguió un visado para viajar a Estados Unidos y allí se instaló no sin antes cambiarse el nombre para evitar su familia sufriese represalias por sus escritos sobre el totalitarismo. Escritos que eran, como los de todo aquel que haya vivido un tiempo bajo la bota de un régimen totalitario, no demasiado favorables al mismo.

Tan poco favorables fueron que Rand se convirtió en una de las más lúcidas propagandistas liberales. Su combate contra el colectivismo se plasma en todos y cada uno de sus libros, entre los que se incluyen Los que Vivimos (1936), El Manantial (1943), y La Rebelión del Atlas, publicado en 1957.

Se han rodado algunas películas basadas en los libros de Rand. Conocida es la versión cinematográfica de El Manantial protagonizada por Gary Cooper; aunque menos conocida es la versión que rodó el fascismo italiano del libro 'cuasiautobiográfico' de Rand Los que Vivimos. Como su temática era anticomunista, los camisas pardas itálicas creyeron acertado rodar un peliculoide que titularon Noi Vivi basado en su libro, sin percatarse de que su fondo va dirigido contra todo totalitarismo y no solo contra el comunista. Circunstancia de la que sí se percataron los nazis, pues cuando se la mostraron rápidamente guardaron la película bajo siete llaves y les preguntaron a aquellos tontos de babero cómo es que se les había ocurrido llevar a la gran pantalla un libro de una judía que exaltaba el individualismo.

Aparte de por sus libros y obras de teatro Ayn Rand también es conocida por haber creado un sistema filosófico de raíces aristotélicas llamado Objetivismo.

Alissa murió el 6 de marzo de 1982 después de propagar, cual propagandista que era, la libertad.


EL Gran Wyoming


José Miguel Monzón, conocido farandulero que responde al alias de Gran Wyoming, nació en 1955 en Madrid. Sus padres, al igual que los de Rand, eran farmacéuticos. Nada más en común tiene con ella, y conociendo al personaje espero que no lo tenga jamás.

José estudió medicina, pero, como no le gustaba mucho, se dedicó al farandulismo acompañado de un señor al que apodaba El Reverendo. Al hacer cierta gracia sus numeritos bufoniles vayan ustedes a saber a qué perturbados le contrataron para presentar engendros televisivos tales como Silencio se Juega, La Noche se Mueve y El peor Programa de la Semana. Programa que hacía justo, justísimo, honor a su título.

Tamaño artista incluso protagonizó un cinta titulada Vivancos 3 que pasó a la historia del cine, pues es el mayor bodrio jamás rodado. Sobra comentar no la vio ni Cristo. Estoy por asegurar que no la visionaron ni su Progenitor A ni el B.


Tierna imagen de los progenitores A y B del señor Monzón.

Hoy el intelectual se dedica a presentar un programucho muy chachibombipiruli en una cadena muy progre donde, además de entretener al personal con simpatiquísimos numeritos payasiles, nos transmite dogma y no muy disimuladamente.

Si no me creen aquí tienen un ejemplo pluscuamperfecto...



Fantástico, ¿verdad? Una impresionante lección de progresía y tolerancia entre la que se imbrican risas un poco, un poquito, forzadas. Si acaso no les funcionan los pertinentes codecs de video les resumiré el asunto...

Monzón muestra a un obispo que despotrica contra la asignatura Educación para la Ciudadanía. Monzón, acto seguido, se ríe del obispo y entabla una conversación con una chati de muy buen ver. Diálogo que sigue un guión tal que así...

-Piluquina, ¿qué es exactamente Educación para la Ciudadanía? ¿Hay motivo de queja?

A lo que Piluquina y su escote responden...

-Ninguno, ninguno. Estoy doctorada en filosofía por la Sorbona y me he leído todos estos libros y nadie se puede quejar de nada.

Wyoming insiste...

-Entonces...¿quién se queje es facha?

-Sí, sí, sin duda alguna. Yo, que además de doctorada por la Sorbona soy también notario, doy fe de que estos libros son todos divinos de la muerte y quien lo niegue es facha.

Levantado el acta queda contento el hombre y nos reproduce otro video bizarro de una chica que le revela a un cura que ella detesta mucho la EpC porque quiere seguir el camino recto y de la ascensión. Ríese el Monzón de la moza por su simpleza, y porque no le gustan las drogas ni las películas de Almodóvar, y acto seguido muestra una foto de Galileo y otra de unos curas con el brazo en alto asegurando la Iglesia Católica estaba con "Hitler, Franco y Pinochet".

Lo de Hitler me parece un poco, un poquito, exagerado. Lo de Franco con cuatromil y pico religiosos asesinados por las izquierdas republicanas más que elección me parece falta de opciones, aunque reconozco que no soy quien para llevarle la contraria.

Si lo dice Wyoming...por algo será.

Para finalizar ríese otra vez sin ganas el público adocenado y se marchan todos contentos pensando han impartido una magistral lección de ética e Historia que ni Aristóteles, Suetonio y Dión Casio juntos, cuando decir no han dicho absolutamente nada. O nada que merezca la pena.

Lo único aprovechable: el escote de Piluquina, la de la Sorbona.

3 comentarios:

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Demoledor.

Montag dijo...

Poco hay que demoler en este caso.

Bienvenido seas.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Vengo aquí invitado por Irhic, y la verdad es que ese programa me lo perdí. Gracias a ambos por enseñármelo (¡qué jartá de reir con lo de la racionalidad y la paloma!).

Y con respecto a la compinchidad de los obispos con FF, es verdad que fue un acto de autodefensa... lo que pasa es que (sin dejar de condenar los curicidios y monjicidios, con los que nunca podrán hacerme comulgar), la gente también estaba un poco hasta los ... de que la iglesia llevara dos mil años favoreciendo a los caciques y justificando la cuasiesclavitud del pueblo llano. Puestos a hablar de autodefensa, quien más y quien menos tiene sus razones.