El mar es fe
Estuvo una vez lleno, envolviendo la tierra
Yacía como los pliegues de un brillante manto dorado
Pero, ahora, solo escucho
Su retumbar melancólico, prolongado, lejano,
En receso, al aliento
Del viento nocturno, junto al melancólico borde
De los desnudos guijarros del mundo.
(Matthew Arnold)
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