sábado, 18 de agosto de 2007

Libroful, peliful y discoful de la semana

No sin cierto retraso aquí tienen lo que tanto ansiaban: el libroful, la peliful y el discoful de la semana. Lo más ful de Estambul de éste y otros mundos.

La celulosa-ful en esta ocasión es el intragable thriller místico de Katherine Neville que lleva por título El Ocho. Engendro que destila cutrez por los cuatro costados y que, para más delito, es un tocho. Libro inmundo por pesado, surrealista y pésimamente escrito que no se lee por gusto sino por inercia. El abracadabrante desenlace me hizo acordarme, y no para bien, de alguno de los progenitores de la señora Neville.
Ocho rima con inmundo tocho.

Y sí, sé que El Código Da vinci y Antonio Gala se están haciendo de rogar, pero tranquilos que todo llega a quien sabe esperar.

La peliful de la semana es una superproducción dirigida al segmento más friki de los estupidizados niños logsianos titulada Los Transformers.

La película va de unos robots que buscan un cubo y se transforman en cosas. El malo se llama Megatrón. Creo no hará falta añadir nada más.
-Hola, me llamo Salustiano y soy un robó del espacio esterior.

El discoful de esta semana se lo lleva calentito Rosendo con El endémico embustero y el incauto pertinaz. Dobleplusultra ración de pentagramas arrabalescos para el nene y la nena.

-¿Has visto a Piluquina, Borjamari?.

Realizado en colaboración con la Royal Philarmonic Orquesta de las Inglaterras de Londres, en este disco Rosendo deja entrever influencias miltonianas con letras y estribillos de exquisita factura...

Vaya por Dios, si evitar pudiera...

La triste cagalera.

(...)

Qué vergüenza si tuviera...

La triste cagalera.

A mí, cuando escucho a Rosendo, me ocurre algo parecido a lo que le pasa a Woody Allen con Wagner: no me dan ganas de invadir Polonia como a él, pero sí de atracar una farmacia.


Corolario: de todo hay en la viña del señor.

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