domingo, 16 de marzo de 2008

Penitencia

Siendo lo prometido deuda, y en penitencia por mis muchos pecados, el menor de los cuales no es haber votado la pasada semana al partido al que nos había advertido la Conferencia Episcopal que ni se nos ocurriera (el que tenga ojos, que lea), el padre de mi parroquia me ha impuesto como penitencia la asistencia a todas las procesiones de la Semana Santa zamorana. No le he contado aun todos mis pecados para no hacer la penitencia demasiado dolorosa.

Fiel cumplidor y para dar testimonio de ello ante el mundo, así como para dar a conocer los pormenores de la celebración en Zamora de la pasión de Cristo y otros acontecimientos, os hablaré aquí diariamente del desarrollo de tales conmemoraciones.

Quiero advertir en primer lugar que los hermanos miembros de cada procesión lo son de un modo absolutamente voluntario. Más aun, en muchas de las procesiones es necesario estar varios años en una lista de espera para, tras la retirada de alguno de los hermanos ya ingresados, poder entrar.


Abrió la Semana Santa el pasado Viernes de Dolores la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo, una de las más recientes procesiones (fundada en 1975). Está formada por unos 850 hermanos vestidos con túnica y cogulla de estameña blanca, portando también un farol.



(Aunque la mayoría visten con sandalias, algunos hermanos que quieren hacer una mayor penitencia van descalzos)

Para entrar en ella es necesario entrar antes en una lista de espera. El único paso de esta procesión lo forma un cristo crucificado, portado por 12 hermanos


(Cristo del espíritu santo, siglo XIV)

Al día siguiente, Sábado de Dolores, desfiló por las calles zamoranas la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida, la más moderna de todas las procesiones (y aun así, ya constituida por 925 hermanos). Tan moderna que a pesar de vestir una clásica túnica blanca con capucha, llevan en brazos un farol eléctrico.



A lo largo de la procesión vemos a 3 de los hermanos portando sendos pendones, en que se nos hace memoria de la persona de Jesús


(Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por Mí)

Al igual que la anterior, esta procesión está formada por un único paso, si bien mucho más grande. En este paso vemos a un Cristo en disposición de proclamar su palabra, para quien la quiera oír






Cierra la procesión una cruz llevada por una hermana, pues, si bien en algunas procesiones la entrada está vetada a las mujeres, no es el caso de esta




Esta tarde desfilará la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Sobre este desfile y esta cofradía, ya os informaré mañana.

1 comentario:

Montag dijo...

Así no lo arreglas. Muchísima más penitencia necesitas para redimirte de tus pecados socialistas.

Vas a tener que llevar cilicios hasta en las orejas.