lunes, 17 de marzo de 2008

Domingo de Ramos

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados!” Nos advierte Mateo, pero no adelantemos acontecimientos. Ayer fue el día triunfal de la entrada de Jesús en Jerusalén, recibido con vítores y "hossanas" por sus ingratos habitantes. Y este es el acontecimiento que celebra la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, fundada en 1948.

El desfile va precedido por una banda de músicos, tras la cual comienzan a desfilar los primeros hermanos. El que abre la procesión es conocido como "El Barandales", por los barandales (campanas) que soporta y con los que va anunciando la llegada de Jesús.



Es de señalar que esta procesión es la más pequeña de todas en cuanto a número de hermanos: Solo son 70. Otros 23 aguardan en una lista de espera hasta que se retire alguno de los hermanos "titulares". De todos modos en esta procesión no desfilan únicamente los hermanos cofrades. Cientos de niños les acompañan en el desfile, portando palmas o ramas de olivo. Sus padres les suelen vestir con sus mejores galas para la ocasión, tal vez olvidando en algunos casos que no es un día de gloria para sus hijos, sino para el Señor. Algunos padres también aprovechan la ocasión para hacer una reivindicación doble, no limitando la procesión a una celebración religiosa:


(España, reserva espiritual de occidente)

Por fin, tras el desfile de los niños, llega el que es el único paso de esta procesión, bajo el cual están, cubiertos con una cortinilla, los hermanos que la soportan. En este paso podemos contemplar la triunfal entrada de Jesús en Jerusalén:


(Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, de Florentino Trapero, 1950)

Por último, cierra la procesión el capellán acompañado de dos de los hermanos. Podemos ven en la siguiente foto la indumentaria tipo de los hermanos de esta cofradía, una túnica de raso blanco, con caperuza y capa de raso fucsia.



Ya con esto me despido hasta mañana, que tendré que relataros cómo han ido las procesiones de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída y de la Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de la Buena Muerte.

3 comentarios:

Montag dijo...

¡Qué horror! Otra procesión con cristos y beatos...

En ésta aparece hasta un niño luciendo zapatos nuevos en muestra pluscuamprefecta de hedonismo consumista claramente contrario a los principios del cristianismo. Para más INRI, y nunca mejor dicho, el púber en cuestión porta una palma atada con una cinta rojigualda para que no se desparrame. Solo le falta al niño un pin con la efigie de Franco para ser el hijo de Jose Antonio.

¡Cuánta EpC necesita este país!.

P.D.

Herodoto: ¿todo esto para qué?.

Anónimo dijo...

Pues a mi me parecen bonitas las procesiones desde el punto de vista turistico.Es acongojante la devoción que hay todavía a pesar del anticatolicismo que intentar imponer.

No tiene nada que ver con esto, o si, pero el caso es que en el Obradoiro de Compostela, me quedé flipao de la devoción que tienen algunas gentes. Gentes que se habían hecho el camino de Santiago viniendo desde casa dios(nunca mejor dicho) y los veias dentro de la basilica, rezando como posesos, azotando las cabezas entre harapos... algo impresionante.Los curas hacían confesiones por grupos. Había TFT´s colocadas por toda la catedral para que nadie se perdiera ni uno solo de los mensajes que varios curas pronunciaban desde diferentes pulpitos. Impresionante. Como impresionantes son los precios por compara un puto recuerdo. Un simple marcapáginas creo que me costó 3 o 4 eurazos.

Evocid dijo...

¿Para qué?

A mi me gusta escribir. ¿Te parece la Semana Santa zamorana un mal motivo?

Por lo otro, solo te diré que esta procesión es llamada por algunos zamoranos (y de misa dominical) como la "procesión de los pijos".