Montag dice que jamás el 'bosque de euzkos' de Arana del que tanto decojonábase Unamuno fue sujeto político histórico.
Montag dice que un sentimiento no puede ser el máximo criterio, ya que estamos acotados por la estructura lógico-racional de la realidad.
Montag dice el habermasiano diálogo en algunos casos no es prueba de civilización sino de debilidad o de connivencia.
Montag dice entre dos postulados excluyentes no puede existir solución de compromiso para las partes que defienden cada uno de ellos.
Montag dice que con quien vulnera la ley no puede haber diálogo ni negociación.
Resumiendo: Montag les dice que si quieren civilización y democracia envíen a los gendarmes a por el felón lehendakari.
