sábado, 24 de abril de 2010

Con dos ovarios




"¡Qué gentes! Todo es en ellos latrocinio, locura, estupidez (...) Tendremos que estar varios años maldiciendo la estupidez y la canallería de estos cretinos criminales, y aún no habremos acabado. ¿Cómo poner peros, aunque los haya, a los del otro lado? (...) Horroriza pensar que esta cuadrilla hubiera podido hacerse dueña de España. Sin quererlo siento que estoy lleno de resquicios por donde me entra el odio, que nunca conocí. Y aún es mayor mi dolor por haber sido amigo de tales escarabajos."

(Marañón comentando a Pérez de Ayala la opinión que le merecían aquellas izquierdas)



"Cuanto se diga de los desalmados mentecatos que engendraron y luego nutrieron a los pechos nuestra gran tragedia, todo me parecerá poco. Inspecciono mi ficha histórica y, en puridad, no hallo ocasión para el remordimiento de haber creído jamás en ellos. Siempre los tuve por tontos de babero y brutos estructurales. (...) Lo que nunca pude concebir es que hubiesen sido capaces de tanto crimen, cobardía y bajeza. Hago una excepción. Me figuré un tiempo que Azaña era de diferente textura y tejido más noble. No podía contar yo con que la ausencia de la hormona testicular estragase hasta tal punto una buena inteligencia natural. En octubre del 34 tuve la primera premonición de lo que verdaderamente era Azaña. Leyendo luego sus memorias del barco de guerra –tan ruines y afeminadas– me confirmé. Cuando le vi y hablé siendo ya presidente de la República, me entró un escalofrío de terror al observar su espantosa degeneración mental, en el breve espacio de dos años, y adiviné que todo estaba perdido para España, con aquella gente."

(Respuesta de Pérez de Ayala a Marañón)


1 comentario:

Legen dijo...

A algunos se les ve el plumero. Y una cosa es criticar lo criticable; y otra muy distinta intentar justificar los horrores de unos achacándoles las culpas a otros. Estos son tiempos de vestir de demócrata.