El veranito y su empleo estacional se hace coincidir con un Plan E(stúpido) que consiste en pagar a unos parados -y no tan parados- para que planten farolas. Este magistral plan, junto con los chiringuitos playeros, consigue mitigar el efecto de la destrucción de empleo justo antes de unas elecciones.
A continuación a todo lo anterior se le bautiza como 'brote verde' y se rueda un video del crecimiento de un lechugo mientras suena de fondo el allegro de 'La Primavera' de Vivaldi ...
Hecho esto los votantes -al menos los votantes más idiotas- creerán que ha llegado el tiempo de la leche y la miel. En consecuencia: votarán socialista por la paz mundial, por el talante, por la alianza civilizatoria con la cimitarra, y por lo verde que es el lechugo.
Pero claro está que el Plan E(stúpido) da para unos mesecitos, al igual que los chiringuitos playeros. Pasado ese tiempo tanto los plantafarolas como los camareros de chiringuito volverán en masa a las colas del INEM. Para más delito será la economía productiva quien pague el dispendio en improductivas farolas.
Resumiendo: que el 'brote verde' se convertirá en algo tal que así...
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